Además de las estimaciones sobre reducción de la indigencia, otros indicadores económicos y sociales empiezan a dar cuenta de las favorables repercusiones del programa social más amplio y de llegada más directa a los necesitados.
Por Roberto Navarro
Esta semana la Anses pagará el quinto mes de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y especialistas de distintas áreas sociales siguen encontrando efectos virtuosos de esa medida que reconoce derechos a grupos vulnerables. Un estudio del Ministerio de Economía indica que en 2010 la AUH agregará 1,1 punto porcentual al PBI y 2,3 puntos al consumo. Un informe de la consultora Bein señala que prácticamente el ciento por ciento de quienes reciben el subsidio queda arriba de la línea de indigencia. Dirigentes de la Federación Argentina de Supermercados, que agrupa a las pymes de ese sector comercial, afirmaron a Página/12 que sus asociados elevaron sus ventas un promedio de un 8 por ciento desde diciembre gracias a la AUH. Y sus colegas de autoservicios chinos realizaron una encuesta que reveló que, en algunas zonas, llegan a vender hasta un 20 por ciento más y que el 72 por ciento de las compras de los beneficiarios del plan se destina a alimentos. También creció la producción de calzado e indumentaria para niños. Por otra parte, aumentó la matriculación de alumnos de escuelas primaria y secundaria. Con respecto al área de la salud, un informe de ese ministerio a nivel nacional revela que, en algunas provincias, se incrementó hasta un 40 por ciento la vacunación y que, a nivel país, se elevó en un 40 por ciento la inscripción en el seguro médico estatal Plan Nacer.
“La Asignación Universal por Hijo genera poder adquisitivo en los grupos de menos ingresos. Ese dinero parte desde el menor eslabón de la cadena y produce un enorme efecto multiplicador”, explicó a este diario el economista Aldo Ferrer. Y agregó: “Genera ventas, producción y empleo; y en algunos casos, inversión. Es lo contrario a la teoría del derrame, que nos vendían en los noventa, que proponía bajarles los impuestos a los ricos y esperar que éstos gastaran ese dinero y generaran empleo. Eso nunca sucedió”. En la cartera económica estiman que el subsidio aportará, como piso, un 1,1 punto de incremento al PBI. Pero que ese crecimiento se dará con una distribución absolutamente distinta del resto de la economía.
“Las ventas, la producción y el empleo que genera la AUH se da en pymes en un 90 por ciento de los casos. Son quioscos, almacenes, autoservicios, fábricas de segundas marcas y puestos de trabajo para personas de baja calificación, que son el núcleo más duro del desempleo”, señaló a Página/12 un destacado miembro del equipo económico.
La AUH es una iniciativa inédita en el país y con escasos antecedentes a nivel mundial. Por esa razón, aún hay pocos datos sobre su repercusión económica, social y educativa, así como su impacto en materia de salud, incluso psicológica. Página/12 realizó un relevamiento con especialistas en distintas áreas para evaluar los primeros efectos de la AUH, con el siguiente resultado.
Impacto económico
La Secretaría de Política Económica estima que la AUH aportará como mínimo 1,1 punto de crecimiento adicional al PBI de 2010. Esta suba se dará en mayor parte por el crecimiento del mercado interno y, en menor medida, de la inversión. Esa dependencia oficial estima que el beneficio aumentará el consumo en 2,3 puntos porcentuales. El sector más beneficiado será el alimentario. Luego el textil y el de la indumentaria. Diversos analistas consideran que el shock que provocó el hecho de que casi un millón ochocientas mil familias recibiesen el subsidio tuvo que ver con el repunte inflacionario del primer trimestre. En Economía relativizan esas opiniones y afirman que, aun si existió ese efecto, se irá atenuando a medida que crezca la oferta destinada a esos sectores.
Impacto social
Más allá del registro del que partan, distintas consultoras comparten la idea de que la AUH reducirá en un 50 por ciento la indigencia y entre un 20 y un 30 por ciento la pobreza. Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein, explicó a este diario: “La participación en el gasto total de una familia de cada uno de los hijos depende de su edad. La franja que más gasta son los jóvenes de entre 15 y 18 años. Para el Indec necesitan 166 pesos mensuales para salir de la indigencia; para nosotros, 216 pesos. Como toda familia recibe algún otro ingreso, aunque sea mínimo, considero que todo menor que reciba el subsidio pasará a estar por arriba de la línea de indigencia”.
En general, la mayoría de los economistas especializados en temas sociales acuerdan en que la AUH es el plan más eficiente que se ha implementado en el país. Rubén Lo Vuolo, economista del Ciepp, señaló a este diario que “Argentina está mostrando un plan alternativo a los que se utilizan habitualmente, que dependen de determinados condicionamientos de ingresos. Lo ideal sería que fuera ciento por ciento universal, pero este plan ya está demostrando su eficacia social”. Por su parte, Agustín Salvia, investigador del Conicet y de la Universidad Católica, piensa que “el Gobierno ha logrado una eficiente transferencia de ingresos, incluso manejó bien el reemplazo de los programas existentes. El plan va a tener un alto impacto en el índice de indigencia. Socialmente, va a generar transformaciones importantes, que vamos a ir visualizando a lo largo del tiempo. Sería interesante enseñarle a la gente cómo gastarlo, por ejemplo, entregando un listado de alimentos con alto contenido vitamínico.
En el comercio
La mayor demanda de los beneficiarios de la AUH se registró, fundamentalmente, en almacenes y autoservicios de barrio. Alberto Beltrán, presidente de la Federación Argentina de Supermercados, que agrupa a cinco mil pymes de todo el país, comentó que “la venta está creciendo un 8 por ciento promedio, en general, y bastante más fuerte en productos como leche, arroz, fideos, latas de tomate y otros de bajo precio. El dinero que se inyectó en el mercado con la asignación se notó mucho desde diciembre”. Los autoservicios cuyos propietarios son de origen chino ocupan un lugar preponderante en este segmento comercial y se agrupan en otra cámara. El presidente de esta entidad, Miguel Angel Calvete, señaló a Página/12 que “el impulso de esta medida del Gobierno fue tan importante para nosotros que hay zonas en las que las ventas crecieron hasta un 20 por ciento en estos últimos meses. La cámara realizó una encuesta entre nuestros clientes beneficiarios del plan, que reveló que el 72 por ciento del subsidio se gasta en alimentos”.
En la industria
El crecimiento industrial del primer bimestre, según cifras del Indec, fue del 8,2 por ciento, con respecto al mismo período de 2009. El sector alimentario sufrió una caída, por la fuerte ponderación que tiene la carne vacuna –que se vendió mucho menos por la importante alza de su precio–, pero la incidencia de la AUH se notó en la suba del 22 por ciento de la producción de yerba, el 10 por ciento en arroz y el 8 por ciento en fideos y azúcar. Según algunas cámaras industriales, en enero, el tercer mes de pago del subsidio, la demanda de los beneficiarios comenzó a notarse en otros productos, cuyo consumo venía postergado en esta franja social. Alberto Sellaro, presidente de la Cámara del Calzado, opinó que “desde principio de año se viene notando un incremento generalizado de venta, que empuja la producción. El subsidio se nota por la fuerte alza en la demanda del calzado de menor valor, fundamentalmente zapatillas”. Por su parte, Víctor Hugo Benyakar, presidente de la Cámara de Indumentaria Infantil, indicó que “estamos teniendo un crecimiento de demanda del 25 por ciento con respecto al mismo período del año pasado. Esta suba nos llevó a tomar más empleados, en un nivel como hacía mucho tiempo no sucedía”.
En la educación
Los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo cobran mensualmente el 80 por ciento de los 180 pesos del subsidio. Para recibir el resto deben cumplir con exigencias en materia de educación (que el hijo/a asista a clases) y salud. Juan Carlos Tedesco, ex ministro de Educación y actual director del Instituto de Planificación Educativa, que depende de la Presidencia de la Nación, informó a este diario “que la AUH ya resultó en un aumento de la matrícula en la escuela secundaria del 25 por ciento y alrededor de un 20 por ciento en la primaria. El impacto es mayor en adolescentes porque es en el segmento en el que en los últimos años hubo más abandono. Se están construyendo más escuelas y aulas para responder a la demanda. Ahora el desafío es mantenerlos en el estudio. Son jóvenes que ingresan a clase con compañeros de menor edad, que han estado fuera de la cultura del estudio y vienen con problemas sociales arrastrados por años. Pero lo importante es que volvieron”.
En la salud
Para recibir la totalidad del subsidio, los beneficiarios tienen que cumplir con el plan de vacunación completo y con chequeos anuales para conseguir el certificado de salud. Además, los chicos de hasta seis años deben inscribirse en el Plan Nacer, un seguro médico que garantiza 71 prestaciones de salud. Máximo Diosque, secretario de Programas Sanitarios de la Nación, señaló a Página/12 que “la AUH es un instrumento fantástico para atraer a la población a cumplir con el plan de vacunación. Aunque no tenemos aún datos de todas las provincias, los que nos enviaron sus registros estiman un crecimiento de la cantidad de chicos vacunados en alrededor del 40 por ciento. La inscripción en el Plan Nacer ya creció un 40 por ciento. Si se inscriben todos los beneficiarios que cuenta la Anses hasta la actualidad, vamos a terminar duplicando la cantidad de chicos que van a contar con esa cobertura médica. Si se le suma el incremento en la vacunación, estamos hablando de un enorme salto cualitativo en la política de salud preventiva”.
rnavarro@fibertel.com.ar
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