Días pasados, Juan Carlos Giuliani, miembro de la Mesa Nacional de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), estuvo en Paraná para respaldar y asesorar a los trabajadores de la textil Ejemplar, que mantienen tomada la planta de algodón hidrófilo e intentan la vía de la autogestión. Aprovechando su presencia, Inventario22 se interesó también sobre su opinión en torno al pago de la deuda externa, el otorgamiento de la personería gremial y la Constituyente Social que impulsa la central obrera. El objetivo en Paraná de Juan Carlos Giuliani, Secretario de Comunicación y Difusión de la CTA, era encontrarse con los trabajadores de la empresa textil Ejemplar para apoyar la toma de la fábrica y, a su vez, agilizar las gestiones en pos de la autogestión de la planta (ver nota relacionada). Inventario22 no quiso dejar pasar la oportunidad de conversar con un miembro de la Mesa Nacional de la central obrera sobre cuestiones de fondo de la vida política del país y del mundo gremial.
Así fue que se le preguntó sobre uno de los temas más candentes en el debate público nacional: el pago de la deuda externa. Al respecto, Giuliani sostuvo que en la CTA "hay posiciones, hay debates. Nosotros pensamos que más que honrar los compromisos con los acreedores, como dice el ministro del Interior (Florencio) Randazzo, lo primero que habría que honrar es la fenomenal deuda social que se tiene con nuestro pueblo, con los pibes, con los viejos". Luego enumera, a modo de ejemplo, cuáles son algunos de los problemas internos del país: "Más del 30% de la población que vive bajo la línea de pobreza y de indigencia.
Nos están saqueando los recursos naturales. Ahí está la British Petroleum explorando en las Islas Malvinas. La sojización de nuestro país ha hecho que nuestro modelo productivo esté colapsado. La expulsión de los pueblos originarios de la tierra."
Con respecto a las posiciones más escuchadas en los últimos tiempos en torno a este debate, el dirigente nacional aseguró que "acá se ha puesto una contradicción que a nuestro juicio es falsa. Ninguno de los dos sectores que está en pugna en los medios, el gobierno y la oposición consentida, discute si hay que pagar la deuda externa. Los dos están de acuerdo. El gobierno dice que hay que pagar con reservas para no afectar el presupuesto. La oposición de derecha dice que hay pagar, no con reservas del Banco Central, sino con el presupuesto para el ajuste ortodoxo."
Por el contrario, "nosotros creemos que tenemos que hacer una auditoría de la deuda, como está haciendo Brasil por mandato de Lula (Da Silva) y como hizo Rafael Correa en Ecuador. No decimos no pagar. Mientras tanto, pagar lo que esté debidamente legitimado o hacer consignaciones en el Banco de Basilea de ese dinero mientas se analiza" propone Giuliani.
El responsable de la Comunicación en la CTA insiste en que "la discusión es si vamos a modificar o no la matriz distributiva en la Argentina que es de una absoluta desigualdad social. Y si vamos a ser o no rehenes del capitalismo financiero, de los bancos, que son los que en realidad ganan con los canjes de la deuda, con los megacanjes, con el pago de los servicios de los intereses, con el pago del capital de la deuda. Son los tenedores de los bonos, porque parte de la deuda pública que hay que abonar no es solamente a acreedores externos, gran parte están en el país, y son esta banca que viene impulsando que hay que pagar la deuda como sea menester. A ellos no les interesa si hay que pagar con las reservas del Banco Central o con el presupuesto. Lo que le interesa es que le paguen."
Personería gremial
Uno de los mayores problemas que acusa la CTA a la hora de representar a los trabajadores frente a la patronal es que todavía, a pesar de los fallos judiciales favorables, del pronunciamiento auspicioso de los organismos internacionales, y a pesar también del acercamiento de su Secretario General, Hugo Yasky, con el gobierno nacional, no ha logrado que el Estado le otorgue la personería gremial. Este reconocimiento institucional y legal le daría a la central una mayor impronta a la hora de sentarse a negociar y de terciar en la aplicación de políticas públicas.
Según Giuliani, no falta mucho para que este anhelo se haga realidad, y aclara, "no porque lo quiera el gobierno, sino porque no se puede seguir negando la evidencia ni se puede seguir tapando el sol con las manos. La última resolución de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) hace 87 observaciones sobre incumplimientos del gobierno respecto al no otorgamiento de la personería gremial a la CTA. El gobierno para evitar ser sancionado otra vez en la conferencia anual de la OIT en Ginebra en junio de este año, ha invitado un comité de expertos para que venga a ver in situ de qué se trata. No sólo va a conversar con el gobierno, va a conversar con actores sociales, con empresarios, con la CGT, con la CTA. Le va a fijar plazos para que modifiquen la legislación que haya que modificar y para que en este caso sí honren la palabra."
A esto el sindicalista suma más argumentos: "después de la reforma del 94 de la Constitución que se hizo en Santa Fe y se juró en el Palacio de Urquiza, los tratados internacionales que firmó la Argentina tienen rango constitucional y los tratados y resoluciones de la OIT están firmados por la Argentina. Por lo tanto, la libertad y la democracia sindical tienen que regir. El gobierno hasta ahora no lo ha hecho, lo ha hecho la Justicia, pero fundamentalmente lo ha hecho la voluntad de los compañeros y el ejemplo de Ejemplar me parece que es muy ilustrativo para este caso.
La Constituyente Social
La CTA impulsa lo que se ha denominado La Constituyente Social. En este ámbito se discute sobre problemas estructurales como el hambre, la soberanía, los recursos naturales, la democracia participativa, etc. El primer encuentro nacional se realizó en octubre de 2008 en Jujuy donde confluyeron 15 mil personas de distintas organizaciones sociales, sindicales, territoriales, indígenas, políticas, etc. De esa asamblea surgió una movilización a Plaza de Mayo en Buenos Aires donde confluyeron 50 mil militantes denunciando que "el hambre es un crimen" junto al Movimiento los Chicos del Pueblo.
A su vez, se realizan encuentros locales en los distintos puntos del país "para difundir lo que es La Constituyente Social, porque muchos creen que es proponer una reforma de la constitución, creen que es un partido político. No es nada de eso. Es la idea de ir construyendo un movimiento que desemboque en una Asamblea Nacional en este 2010, el año del Bicentenario. Por eso, nos juntamos en noviembre del año pasado en Neuquén y afinamos más la punta al lápiz del proyecto y decidimos impulsar durante este año cuatro campañas públicas: Democracia participativa, distribución de la riqueza, integración latinoamericana, y la soberanía sobre nuestros recursos naturales" cuenta Giuliani.
La intención es que "de acá a septiembre u octubre vayamos haciendo las asambleas locales en Paraná, en Diamante, en Villaguay, en La Paz, en Concordia, donde no seamos cuatro o cinco dirigentes de cada organización en una coordinadora, sino que vayamos a explicar la constituyente casa por casa, barrio por barrio, masifiquemos la política y expliquemos que se trata de no delegar más, de que la crisis de representación política está vigente" sostuvo.
"No creemos en lo que dice la Constitución del '53, creemos que está agotado ese concepto ‘demoliberal' de que el pueblo sólo delibera y gobierna a través de sus representantes. Eso ha quedado en tela de juicio, porque están cuestionados los representantes. Si no delegamos, tenemos que hacernos cargos de intentar reeditar una experiencia de poder popular en la Argentina. En eso estamos. Esperamos desembocar en este 2010 con una Asamblea Nacional de 30 o 40 mil personas, donde podamos expresar claramente el futuro de proyecto de Nación" finalizó Giuliani.
No hay comentarios:
Publicar un comentario